No todas las estrategias, ni filosofías de inversión funcionan en todo momento, por ese motivo no hay ningún fondo de inversión, ni gestor, que siempre sea el mejor. No todos los meses, ni siquiera todos los años, todas las empresas cotizadas se comportan igual de bien o de mal.
Los gestores y fondos de inversión que mejor se han comportado en los últimos años, son aquellos que tienen una filosofía de inversión basada en compañías defensivas (alimentación, bebidas y farmacia). Estas han tenido un comportamiento espectacular por su crecimiento, apalancamiento operativo, visibilidad de ingresos, beneficios, recurrencia de cash flows y altos dividendos.
Pero, como he comentado en el anterior párrafo, no siempre funcionan las mismas estrategias y, desde mi punto de vista, las valoraciones de estos sectores y el momento de crecimiento económico en Europa puede provocar un cambio relevante en el patrón de comportamiento sectorial, y por tanto, de las estrategias y filosofías de inversión de los gestores y los fondos de inversión que gestionan.
Las señales que están dando los mercados y la economía en Europa siguen apoyando un buen comportamiento de la renta variable europea en los próximos meses, aunque obviamente, habrá momentos de nervios y correcciones como lo ha habido y lo habrá siempre.
Los indicadores macroeconómicos europeos siguen indicando mayor optimismo empresarial, los datos de PIB de los países europeos siguen indicando crecimiento, las rentabilidades de la renta fija han repuntado desde niveles preocupantes, las expectativas de inflación también están repuntando y las revisiones de los beneficios de las compañías europeas no solo se han estabilizado sino que empiezan a mejorar ligeramente desde ya de por sí unas expectativas exigentes.
Por otro lado las valoraciones de los sectores defensivos, de dividendo y de calidad, están en máximos históricos, y quizás no les quede mucho recorrido al alza. Sin embargo, los sectores más complejos, más intensivos en capital, con peores balances y menor visibilidad de beneficios futuros se mantienen sustancialmente por debajo de sus medias históricas (bancos, eléctricas, construcción o materias primas).
Todos estos indicadores hacen presagiar un mejor tono de las compañías más cíclicas, compañías más dependientes del incremento del consumo y la inversión. Ya veremos qué ocurre al final, pero sí que tiene sentido esperar cierta reversión a la media en comportamientos sectoriales.