A corto plazo la situación técnica ha mejorado y lo más positivo es que se ha fortalecido la zona de soportes de los principales índices europeos. A medio plazo, pase lo que pase con Grecia, bueno o malo, las Bolsas tras lo volatilidad inicial, seguirán su lateral hasta pasado el verano. Luego, probablemente toque subida.
Fuertes alzas iniciales por el avance de las negociaciones con Grecia que se ha enfriado por la negativa del FMI (el más duro de la antigua troika) a un “acuerdo político”. La troika exige que Grecia adecue los gastos a los ingresos y Grecia se resiste a reducir gastos y propone subir impuestos en una economía ya en grave recesión. Así todo, aunque haya acuerdo y la UE liberase el último tramo del rescate de 7.200 millones de euros, Grecia pagaría al FMI y al BCE y después del verano volverá a quedarse sin dinero. Al negarse a acometer una reforma más profunda, la crisis se repetirá cada pocos meses. El problema es que optar por reformas profundas supondría para el gobierno de Alexis Tsipras incumplir sus promesas electorales. La llave la tiene el BCE y su ELA a los bancos griegos. Si lo corta, se acabó. Esa fue la amenaza que obligó a Irlanda a aceptar el rescate. Pero no todo es Grecia, y la otra clave está en USA y es la temida subida de los tipos de la Fed, que no deja despegar a Wall Street.
El Ibex 35 ha superado resistencias importantes y se ha frenado. Es normal, todo depende, obsesivamente, de la crisis griega. El primer objetivo son sus máximos de abril, en los 11.610 puntos. A corto plazo aún es probable que los alcance e incluso supere, pero es improbable que los mantenga.