Haciendo caso al consejo de su Gobierno y votando "No" en el referéndum del domingo, los ciudadanos griegos enviaron un mensaje inequívoco. Los griegos están exigiendo que el resto de Europa reconozca su angustia. En esta etapa, sin embargo, sólo un puñado de líderes europeos parecen dispuestos a escucharlos; e incluso menos aún parecen dispuestos a concederles el respiro que Grecia necesita desesperadamente. Las consecuencias se harán sentir principalmente en Grecia, pero también en Europa y más allá.
He aquí hay 10 consecuencias del voto "No" para los próximos días (vía Mohamed El-Erian):
1. La victoria del "No" - con más del 60 por ciento de los votos - podría dar lugar a ventas en las acciones a nivel global, junto con presiones adicionales sobre los bonos griegos, de otras economías periféricas de la eurozona y los mercados emergentes. Bonos alemanes y estadounidenses se beneficiarán de una huida hacia la calidad.
2. Después de haberse vistos sorprendidos con la guardia baja, los políticos europeos buscarán urgentemente recuperar la iniciativa. En un mundo perfecto, estos líderes se deberían con rapidez y eficacia junto con el Gobierno griego para superar el conflicto y la acritud que precedió al referéndum. Es difícil que esto suceda dada la desconfianza, rencor y acusaciones que han envenenado la relación.
3. A pesar de estos desafíos, los políticos griegos y europeos no disponen de mucho tiempo para alcanzar un acuerdo. Las horribles condiciones en Grecia empeoraran mucho más antes de mejorar. Sin la ayuda de emergencia del Banco Central Europeo - una decisión que se enfrenta a pronósticos adversos - el gobierno tendrá dificultades para conseguir dinero para los cajeros automáticos del país, por no hablar de la reapertura de los bancos.
4. A medida que aumente el acaparamiento de bienes, la escasez de productos, incluido el combustible y los alimentos, se intensificará. Se tensarán los controles de capital y pagos. La economía va a desplomarse, empeorando el desempleo y la pobreza. Y el gobierno tendrá que luchar para pagar a los pensionistas y los sueldos de los funcionarios públicos.
5. Como resultado, el gobierno estará bajo una creciente presión para emitir algún tipo de pagaré para mantener funcionando a la economía. Si lo hace, los pagarés asumirán el papel de una moneda paralela, intercambiándose domésticamente con un descuento sobre la moneda única.
6. Fuera de Grecia, se instrumentarán medidas para limitar los efectos secundarios adversos. El BCE tendrá que lanzar nuevas medidas para contener el contagio regional, incluida una ampliación del actual programa de compras a gran escala de valores. Esto debilitará el tipo de cambio del euro. Además, los funcionarios se prepararán para una serie de impagos griegos.
7. Todas las partes involucradas se encontrarán desarrollando su propio Plan B. Esta transición será probablemente mucho más traumática para Grecia que para el resto de Europa.
8. Para contrarrestar lo más rápidamente posible la probabilidad de más penuria, Europa cuenta con instrumentos e instituciones para limitar el contagio y mantener la integridad de la zona euro. Pero para ello será necesario la acción del BCE para acoplarse con las medidas adoptadas por el Mecanismo de Estabilidad Europea y el Banco Europeo de Inversiones destinadas a completar una unión bancaria y avanzar en la integración fiscal.
9. Es muy dudoso, sin embargo, que Grecia sea capaz de restaurar su condición de miembro de pleno derecho de la zona euro. De hecho, sin una gestión de crisis muy hábil, está en alto riesgo de convertirse en un Estado fallido. En lugar de simplemente una pausa, Europa necesita asegurarse de que la salida de Grecia de la zona euro de 19 miembros no dé lugar a una disociación más grande de la Unión Europea. Esto podría implicar un membresía especial en un acuerdo de asociación, por ejemplo,
10. Por último, esperan una explosión de culpa. Esta actividad improductiva puede llegar a retrasar la necesidad urgente de Europa para internalizar las lecciones de este triste resultado: Una serie de promesas de reforma incumplidas por varios gobiernos griegos se agravó por la terquedad política, un mal análisis y seguimiento inconsistente por Europa, que está contribuyendo a que Grecia deje de ser un miembro activo de la familia.
Fuentes: Mohamed El-Erian, principal asesor económico de Allianz