Acerinox es de esas compañías que tras los recortes sufridos presenta argumentos para hacer pensar que podría ser una opción de compra para el medio plazo. 

Acerinox repartió dividendo esta semana, concretamente 0,449 euros brutos por acción, con una rentabilidad del 3,25% (recordemos que el dividendo flexible o scrip dividend permite a los accionistas elegir entre recibir el dividendo en efectivo o en acciones de la compañía).

La fecha para que las nuevas acciones queden admitidas a negociación bursátil serán los días 16 y 17 de julio y su contratación comenzará el 17 o el 20 de julio.

Entre los principales aspectos positivos que presenta Acerinox podemos destacar los siguientes:

* Su fortaleza en el exterior al disponer de fábricas en la mayoría de los continentes y vender a más de 80 países. Este hecho le ayuda a diversificar y capear mejor la crisis económica.

* Regresó al Ibex 35 de la mano de Aena sustituyendo a BME y Acciona.

* En el primer trimestre del año ganó 31 millones, un 23,7% más que en el mismo periodo del año anterior.

* La implantación de las medidas antidumping en Europa frente a las exportaciones de país de bajo coste como China.

* La depreciación del euro.

La evolución del níquel (supone más de la mitad de los costes de fabricación de Acerinox) se dejó sentir el pasado año cuando se revalorizó de enero a mayo, aunque bien es cierto que se esperaba una mejor evolución del metal, sobre todo si tenemos en cuenta la prohibición de exportación en Indonesia. De todas formas, la compañía espera que se estabilice el precio del níquel.

Un nivel donde podría ser interesante incorporarse a este título serían los 10,20 euros. Por un lado porque es un nivel de soporte interesante, por otro lado porque es un nivel de retroceso Fibonacci. Veremos si es capaz de llegar, en estos momentos se encuentra en los 11,22 euros.