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Como dice el premio Nobel Stiglitz: El juego ha terminado

por Carlos Montero Hace 9 años
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Los ciudadanos griegos han rechazado abrumadoramente las condiciones que Europa había impuesto. Y con razón. Como el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz escribió antes del referéndum, "No puedo pensar en ninguna depresión, que haya sido tan deliberada y tenido consecuencias tan catastróficas". Esas condiciones han provocado una caída del 25% en el producto interior bruto de Grecia, una tasa de desempleo del 28% y una tasa de desempleo juvenil que supera el 50%.

No creo que los líderes europeos trataran de castigar a Grecia. Sólo estaban utilizando malos modelos - evidenciado por la enorme diferencia entre lo que ellos pensaban que ocurriría y lo que realmente sucedió. Europa y el Fondo Monetario Internacional pronosticaron un cambio bastante rápido. "La realidad es que la recesión empeoró", dice Stiglitz.

"Y no fue porque Grecia no hiciera lo que se suponía que tenía que hacer; fue porque lo hizo. Grecia consiguió la mayor y más rápida consolidación fiscal entre las economías europeas avanzadas tras la crisis financiera mundial, recortando gastos sin piedad y aumentando los nuevos ingresos.

Los griegos no implementaron todas las peticiones de reformas estructurales. Algunas se deberían haber hecho, como hacer un mejor trabajo de recaudación de impuestos a los ricos. Otras podrían tener sentido cuando la economía estuviera en el camino de la recuperación - pero no ahora, en medio de una gran depresión.

Si Grecia hubiera hecho todas, la situación de hoy sería poco o nada diferente en términos de PIB. De hecho, habría más personas en paro, y más personas estarían sufriendo. No son estos "impedimentos estructurales" los que están lastrando a la economía griega. Después de todo, sin ninguna de estas reformas, Grecia creció más que la Unión Europea desde mediados de la década de 1990 hasta la crisis global (4,0% vs. 2,6%).

La pelota está ahora en el tejado de los líderes europeos. La pregunta es, ¿mantendrán la política que ha demostrado ser un desastre? ¿O van a combinar el deseo de preservar el euro con buenas políticas económicas y el respeto a la democracia? ¿Pueden reformar el paquete de reformas suficientemente?

Este es el momento de ponerse de pie contra la austeridad irreflexiva. Hace cuatro años, como surgieron los primeros signos del fracaso de esta política, los líderes europeos reconocieron que lo que se necesitaba era una estrategia de crecimiento. La prometieron para Grecia. Pero no la ofrecieron. Sólo más de lo mismo.

Finalmente, se reestructuró algo de la deuda de Grecia. Pero fue demasiado poco y no se hizo bien. Cuando comenzó la crisis, la deuda de Grecia estaba en el 117% de su PIB. Hoy, después de la reestructuración, después de un programa supuestamente diseñado para aumentar la sostenibilidad de la deuda, se sitúa en el 177%.

Aunque las condiciones que Europa impuso a Grecia provocaron su depresión, Grecia vio poco de ese dinero - alrededor del 90% se destinó a los acreedores, incluidos los bancos alemanes y franceses.

Esto es típico: La mayoría de los rescates (por ejemplo, el rescate de México) no son rescates al país, sino a los bancos occidentales que no se comportaron con la debida diligencia. Está bien que el Gobierno alemán y otros Gobiernos europeos rescaten a sus bancos (aunque es otra cuestión si es una buena política); pero los griegos han preguntado con razón, ¿por qué se debe hacer a sus espaldas?

Ahora, incluso el FMI ha pedido una profunda reestructuración de la deuda. Hay muchas maneras de hacerse: alargar el tiempo en el que los préstamos tienen que devolverse, bajando las tasas de interés, o incluso perdonar algo o convertir parte de la deuda en bonos vinculados al PIB, que pagarían más si Grecia recupera. Esto alinearía los intereses de Grecia y sus acreedores para conseguir un rápido retorno al crecimiento. Supuestamente, el informe del FMI que detalla la necesidad de esto, fue suprimido por Europa: los líderes europeos no querían un debate abierto sobre qué medidas pueden funcionar. Algunos querían un cambio de régimen - para deshacerse del gobierno que había sido elegido para poner fin a una austeridad devastadora.

Un acuerdo que mantuviera a Grecia en la zona euro es claramente posible: la calve es una reestructuración de la deuda profunda (simplemente reconociendo que el dinero que no se puede pagar no puede devolverse), objetivos presupuestarios más razonables, como un "superávit primario" del 1% - no del 3,5% como Europa exigió antes del referéndum del domingo - y reformas estructurales razonables que se enfoquen en los temas centrales a los que se enfrenta la economía. No conozco ningún país que haya sido capaz de mantener el tipo de demandas que Europa exige. Es una receta segura para una depresión continua y un caos económico, social y político.

Y el Banco Central Europeo debe proporcionar liquidez inmediata. ¿Qué sería de una unión monetaria si el banco central no actuara como prestamista de último recurso? No proporcionar los euros que necesitan los bancos para pagar a los depositantes equivaldría a sacar a Grecia de la zona euro.

Si los socios de Grecia en la zona euro continúan en la misma dirección que antes de la crisis, me temo que el juego ha terminado. Será malo para Grecia, malo para Europa, malo para la economía mundial, incluyendo los Estados Unidos. Incluso si el euro sobrevive por el momento, sería el principio del fin. En la próxima crisis - y habrá más crisis - algún otro país se verá obligado a salir del euro. Se suponía que la eurozona no era un matrimonio de conveniencia, sino una nueva realidad económica y política. Con la salida de Grecia, la zona euro comenzará a desgastarse. Incluso aquellos de nosotros que piensan que el euro fue un error no quieren ver este trágico final."



Fuentes: Joseph Stiglitz


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