El Parlamento griego debe aún aprobar las reformas exigidas por los acreedores europeos (recortes de costes, reforma de pensiones, incremento de IVA, privatizaciones) con el fin de optar a un tercer programa de rescate por importe de 86.000 mln eur, un importe muy superior al inicialmente previsto dado el continuo deterioro de la economía griega, y que incluirá 10.000-25.000 mln eur para recapitalizar la banca helena. Asimismo, otros parlamentos (Francia el miércoles, Alemania el viernes, Finlandia antes del fin de semana, además de Holanda, Austria, Estonia, Eslovenia y Portugal) deberán aprobar la participación de sus países en el rescate. En cuanto a mayor flexibilidad en el pago de la deuda helena, Merkel ha afirmado que estudiarán periodos de gracia en el pago de intereses y ampliación de vencimientos pero sólo cuando hagan una evaluación positiva del nuevo programa griego.
En Grecia han anunciado convocatoria de elecciones anticipadas a lo largo de este año. Hasta entonces, tendrá que haber un gobierno de coalición o bien buscar apoyos puntuales para aplicar las reformas comprometidas con los acreedores europeos, en la medida en que voces discordantes dentro del propio partido impiden a Syriza tener la mayoría propia. No esperamos problemas para que el 15 de julio el Parlamento griego apruebe las reformas, en la medida en que cuenta con el apoyo de la oposición: Nueva Democracia, To Potami y Pasok (el pasado viernes, aunque con 17 votos en contra de Syriza y ANEL, Tsipras consiguió el apoyo de 250 votos sobre un total de 300). A esta votación podría seguirle una reunión del Eurogrupo el jueves 16 de julio (aún por confirmar).
El acuerdo entre Grecia y los acreedores pasa también por la creación de un fondo especial de 50.000 mln eur en activos cuyo objetivo será reducir la deuda helena a medida que se vendan y pagar la recapitalización del sistema bancario. Habrá que identificar los activos a incluir en dicho fondo.
Como las conversaciones para un tercer rescate llevarán su tiempo, Grecia podría disponer de una financiación temporal para hacer frente a sus pagos más inmediatos (en torno a 12.000 mln eur para afrontar vencimientos con BCE y los retrasados con el FMI -1.650 mln eur en junio y 450 mln eur ayer-, entre otros).