La nueva polémica ha surgido ayer, cuando el FT publica un artículo que recoge un análisis relativamente duro de la Institución sobre la situación de la economía y finanzas griegas.
En concreto, el hecho de que la deuda pública podría alcanzar el 200 % del PIB en dos años lo que obligaría a los acreedores a: 1. Aceptar una quita importante; 2. Sostener periódicamente al país con financiación. Al final, lo que subyace en este análisis, real o no, es que el FMI podría verse imposibilitado para participar en la asistencia desde el momento en que sus estatutos le prohíben asistir a un país cuya deuda es insostenible y no hay probabilidad de que lo sea en el futuro.
Desde la Comisión Europea se ha rechazado que exista este análisis desde el FMI.
Por otro lado, ayer el Primer Ministro griego justificó la necesidad de validar el acuerdo alcanzado el domingo ante la alternativa real de forzar al país a abandonar el EUR. Pero, también admitió que es un acuerdo en el que no cree. Por lo demás, aplazó a las elecciones españolas como la clave para llevar a un cambio en la zona EUR. Veremos.
A las 18 h. comenzará la votación en el Parlamento griego, cuando todo apunta a que habrá suficiente consenso para darle el visto bueno. ¿Elecciones más tarde? Tsipras rechazó por el momento esta posibilidad, aunque lo cierto es que supeditó cualquier decisión al voto de hoy. Para muchos la clave puede estar en el tratamiento de la deuda a corto plazo, en manos precisamente del FMI y del ECB. Para el Ministro de economía heleno es fundamental encontrar una salida para poder aplazarla en el tiempo. Ahora se habla de la posibilidad de utilizar los fondos remanentes del EFSM como anticipo del futuro rescate a través del ESM. Pero muchos países, como la propia UK no parecen estar de acuerdo. De nuevo, veremos.
Otros medios aluden a estas otras opciones: prestamos bilaterales de otros países, garantías nacionales, titulización de activos griegos, resultados de la deuda griega en manos del ECB, fondos estructurales europeo.