Los futuros del petróleo (WTI) a los que dedicábamos nuestra sección hace siete días se han acercado, efectivamente, a los 50 dólares por barril (el viernes cerraron a 50,8 en el NYMEX) y reiteramos de forma clara nuestra recomendación de empezar a tomar posiciones largas en torno a estos niveles. Igualmente recomendamos seguir lejos del Shanghai Composite, que la semana pasada subió un 2% a duras penas y tras unas medidas de intervención del mercado que han convertido a la Bolsa china en un departamento de planificación financiera del Gobierno más que en un auténtico mercado de asignación de recursos financieros.
Los mercados que lo son de verdad, que no están intervenidos, reconocen el valor empresarial, asociado a la creatividad y a la buena gestión de los recursos, y eso es precisamente lo que el jueves pasado acreditó el gigante tecnológico, Google, al presentar sus resultados del segundo trimestre, premiándole los inversores con una subida del 16,26% en la sesión del Nasdaq el viernes, que dejó su cotización en el filo de los 700 dólares por acción.
Google ganó en el segundo trimestre 6,99 dólares por acción, 29 centavos por encima de las estimaciones, y sus ventas de publicidad crecieron un 11% en el trimestre.
Tras la subida del viernes, que termina una semana en la que Google ha subido un 25,8%, la ganancia acumulada es ya de un 31,8% en lo que va de año 2015, habiendo marcado la cotización su máximo histórico de todos los tiempos en la sesión del viernes en 703 dólares por acción.
Es interesante ver, en el Gráfico que adjuntamos, como la cotización había venido marcando una banda ancha de fluctuación, entre 500 y 600 dólares por acción, banda que quedó pulverizada el viernes al cerrar en casi 700 dólares la sesión. Decimos que es interesante por dos motivos. El primero es que a veces se forman suelos prolongados, niveles en torno a los que se produce un gran volumen de negociación a lo largo de varios meses, y que nos indican un fuerte potencial alcista si la empresa está trabajando bien su negocio y acaba dando buenas noticias. El segundo motivo es que nos indica cómo se mueven los mercados actuales, a ráfagas, por impulsos violentos, que en un periodo muy breve de tiempo provocan subidas o bajadas espectaculares. Estamos en mercados masivos, globales, muy rápidos en la ejecución de las decisiones, y por eso a veces hay que tener paciencia en los valores porque los frutos tardan en llegar, pero cuando llegan son muy grandes.
Hay una tercera lección en el caso de Google: en medio de unos mercados financieros tan "intervenidos", en los que los Bancos Centrales juegan un papel de control de los bonos y de las Bolsas en general que es muy dudoso que les corresponda, y que sea bueno a medio plazo, no nos gusta invertir porque el BCE haya abierto de nuevo el grifo a la banca griega o porque el Gobierno chino suspenda la negociación de la mitad de la Bolsa de Shanghai.
Lo que nos gusta es invertir en empresas innovadoras que creen valor y que estén bien gestionadas y por eso en nuestro ya citado Gráfico semanal de 2 de febrero de 2015 y antes en el Gráfico semanal de 25 de agosto de 2014 recomendábamos comprar Google, basándonos en su creatividad y su talento empresarial.
Hoy, tras la espectacular subida del viernes pasado, esperaríamos algún recorte para incrementar posiciones, pero desde luego no venderíamos las posiciones de Google que tengamos en cartera, ya que, a nuestro juicio, es uno de los valores que seguirá dando muchas alegrías en el medio plazo.
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GRÁFICO DE GOOGLE EL ÚLTIMO AÑO