El oro, al que dedicábamos nuestra sección hace dos semanas, ha seguido estabilizándose en la primera semana de agosto, dentro de un mal comportamiento general de las materias primas y sobre todo del petróleo. Asimismo, nuestra recomendación de hace siete días más bien negativa sobre los futuros del Eurostoxx Banks, el selectivo bancario europeo, ha sido acertada ya que dichos futuros han bajado algo más del 1% en la semana, mientras el Eurostoxx subía algo más del 1%.
Sin embargo, el peor comportamiento semanal de las Bolsas ha estado, esta vez, en las plazas americanas, donde el selectivo Dow Jones ha experimentado una caída semanal del 1,8% encadenando siete sesiones consecutivas de descensos. A su vez, el S&P amenaza de nuevo con romper a la baja la media móvil de las últimas doscientas sesiones, una referencia a la que los chartistas conceden una enorme importancia.
Tal y como hemos dicho en varias ocasiones, el buen comportamiento de las Bolsas de la zona euro, que en su mayor parte (el Ibex y la Bolsa griega son la excepción) acumulan ganancias de dos dígitos desde el uno de enero, no parece sostenible si las plazas americanas no se unen al movimiento, y la realidad es que, a fecha hoy, solo el Nasdaq registra una ganancia anual del 6,5%, mientras el S&P y el Russell tienen subidas que no llegan al punto porcentual en lo que va de año, y el Dow Jones pierde el 2,5% desde el pasado uno de enero.
En particular el Dow Jones, cuyo gráfico del último año traemos hoy a nuestra sección, muestra señales evidentes de cansancio tras la enorme subida experimentada desde marzo de 2009.
En el gráfico se aprecia muy bien la caída de octubre pasado, cuando el S&P rompió a la baja algunos soportes significativos, y la vertical subida posterior, que llevó al Dow a superar los 18.000 puntos por primera vez en su historia, casi triplicando los mínimos de marzo de 2009. A partir de mediados de mayo la tendencia es claramente bajista, sin que haya fuerza para volver a los máximos anuales. El pasado viernes el Dow cerró en 17.373 puntos y los futuros del Dow en 17.311 puntos.
Es muy posible que el inicio del ciclo de subida de tipos por la Fed esté afectando al Dow, cuyo impulso alcista de los últimos años también ha sido en parte motivado por las sucesivas inyecciones monetarias (quantitative easing) y por el entorno de tipos cero.
A la vista del Gráfico es difícil recomendar la toma de posiciones largas, por lo que tal vez lo mejor sea esperar a ver si el S&P rompe o no a la baja la media de las 200 sesiones y, en caso de que lo haga, vender futuros del Dow o, si se quiere ser más prudente, comprar opciones put.
GRÁFICO DEL DOW JONES EL ÚLTIMO AÑO