En este momento, es fácil pensar que no hay grandes oportunidades en los mercados. La Bolsa de Estados Unidos está cara. Japón y Europa parecen atractivo, pero están muy lejos de los mínimos. Y los precios de los bonos están en niveles récord (y los rendimientos en mínimos históricos). En el mundo desarrollado no hay nada "escandalosamente barato". Pero siempre hay oportunidad. Los mercados emergentes y algunas commodities han sufrido recientemente severos castigos.
Entonces, ¿qué pasará ahora? ¿Es momento de invertir?
La apuesta más exitosa durante gran parte de la primera década del siglo XXI era comprar activos que tuvieran exposición a China. Eso incluía la compra de materias primas, empresas de mercados emergentes, y casi cualquier cosa relacionada con China (excepto, irónicamente, la propia China).
"Pero en los últimos cinco años más o menos, los mercados desarrollados lo han hecho mucho mejor que los mercados emergentes en su conjunto", dice John Stepek en MoneyWeek.
"Esto se debe principalmente a las materias primas. El crecimiento de China se ha desacelerado, y su naturaleza ha cambiado. China solía comprar toneladas de materias primas para la construcción e infraestructuras.
Ahora, China quiere construir una amplia base de consumidores que apoyen su economía, lo que significa un menor número de proyectos de construcción indiscriminados y menor apetito desenfrenado por los materiales.
El resultado es una caída en los precios de las commodities que ha golpeado a los mercados emergentes más dependientes de los productos básicos. Las acciones brasileñas han sido duramente castigadas, mientras que la India - que es un importador de la mayoría de los recursos, en lugar de un exportador - lo ha hecho bastante mejor.
Pero la caída de los mercados emergentes no es sólo por el crash en las commodities. También se debe al miedo ante una subida de los tipos de interés en los mercados desarrollados - o más específicamente, en los EE.UU..
Con los EE.UU. camino de una normalización de tipos de interés, el dólar estadounidense ha ido ganando tracción alcista.
La subida del dólar ha exacerbado la caída de los precios de las commodities. Ya que las materias primas están denominadas principalmente en dólares estadounidenses (un fortalecimiento del dólar tenderá a castigas a los precios de las materias primas). También ha dificultado la entrada de capital en los mercados emergentes.
También hay preocupación por el impacto de una subida de las tasas en los mercados mundiales de bonos. En todo el mundo, los rendimientos de los bonos están inusualmente bajos. Y es que los bancos centrales han mantenido las tasas de interés en niveles históricamente bajos desde hace años.
Cuando tienes la oportunidad de pedir dinero prestado a niveles históricamente bajos, es tentador acumular tanta deuda como sea posible. Y ese ha sido el caso en todos los ámbitos.
Como señala John Plender en el Financial Times: "los mercados de bonos corporativos emergentes se duplicaron a 6,8 billones de dólares entre 2008 y el final del año pasado, de los cuales 1,8 billones estaban en moneda extranjera. La deuda pendiente de los sectores empresariales no financieros de los mercados emergentes ha aumentado a más del 80% del PIB, frente al 60% de 2008.
El problema vendrá cuando se tenga que hacer frente a esa deuda con tasas de interés más altas, y el dólar más fuerte y además unas monedas emergentes más débiles elevarán el valor de la deuda denominada en moneda extranjera. La deuda de los mercados emergentes es uno de los primeros activos en caer cuando los inversores se ponen nerviosos.
No ayuda que el mercado de bonos esté preocupado por la liquidez, es decir, todo el mundo está preocupado de que todo el mundo quiera salir a la primera señal de problemas - eso es una receta para un crash.
Así que es fácil entender por qué Plender señala que no es el mejor momento para comprar mercados emergentes, aunque algunos estén baratos. Sí, hay muchas diferencias entre los mercados, dice. Pero mientras los inversores y creadores de mercado sigan tratando a los mercados emergentes como si fueran una clase de activos homogéneos, los vientos en contra impactarán en todos ellos".
¿Hay algún mercado emergente que merezca la pena comprar?
Siempre he pensado que una de las principales ventajas de ser un inversor privado es que nos podemos permitir el lujo de tener una visión más relajada del futuro a largo plazo.
No necesitamos preocuparnos por las cifras de rendimiento del próximo trimestre. Todo lo que nos tiene que preocupar es si nuestra cartera de inversión nos va a proporcionar los rendimientos a largo plazo que tenemos como objetivo.
Esto es importante. Los gestores de fondos no pueden dejar de preocuparse por la sincronización con el mercado. Si se pierden una subida podrían perder su puesto de trabajo. Pero como un inversor privado, no tenemos que preocuparnos de entrar en el momento justo. Así que podemos centrarnos en cuestiones más importantes como: ¿está este activo realmente barato, y por lo tanto nos puede dar un rendimiento razonable en el largo plazo?
Los mercados emergentes en su conjunto probablemente continuarán sufriendo ya que la economía mundial sufre la conmoción de una China cambiante y un cambio estresante en la política monetaria en los EE.UU.. Pero si usted puede capear la volatilidad, ahora podría ser el momento de buscar oportunidades.
Los mercados más interesantes deberían tener: 1) un superávit por cuenta corriente, 2) amplias reservas de divisas y 3) ser importadores de commodities.
Un ejemplo de un mercado en buenas condiciones para resistir las salidas de capital es Malasia, que ha acumulado un superávit de cuenta corriente e importantes reservas de divisas gracias al crecimiento económico impulsado por las exportaciones.
Malasia no es el único país de Asia que exhibe tales fundamentos. Corea y Taiwán, por ejemplo, también tienen importantes reservas de divisas, y tales características son sólo una de las razones por las que prefiero emergentes de Asia frente a otros mercados emergentes.
Fuentes: John Stepek, MoneyWeek