El sólido crecimiento económico en Estados Unidos, que conseguía repuntar fuertemente tras la ralentización del primer trimestre causada por las duras condiciones climatológicas en el país, y la robusta fortaleza del mercado laboral, caracterizado por fuerte creación de empleo y consiguiente disminución del desempleo, sugería que la política monetaria de emergencia podría acabar para el país americano. La opinión de economistas e inversores estaba muy dividida en relación a la posible subida de tipos este jueves por parte de la Fed y por primera vez en los últimos nueve años.
Al final, el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) optó por mantener los tipos invariables al nivel actual de 0,25%, con un solo miembro del Comité, Jeffrey Lacker, a favor de subir los tipos de interés este mes. De manera no sorprendente, el dólar reaccionó con caídas tras conocerse la decisión, cotizando a la baja un 1% respecto al euro y un 0,7% frente a la libra, con fuertes caídas respecto a la mayoría de monedas de mercados emergentes.
Las declaraciones de política monetaria que acompañaron a la decisión fueron ligeramente pesimistas. Mientras que la Fed reconocía que la economía nacional se encontraba sana y presentaba un buen rendimiento, apuntaba como aspecto negativo a riesgos y malos rendimientos en otros países, que en algunos casos suponen un lastre para la economía mundial. La Fed está claramente más preocupada sobre los riesgos exteriores de lo que habíamos anticipado y ahora parece que está prestando más atención al mercado de valores, algo que no se ha hecho en años.
La presidenta Yellen reiteró la necesidad de “próximas mejoras” en el mercado laboral e incremento de la confianza, donde la inflación jugará un papel clave. Sin embargo, el famoso “gráfico de puntos” de la Fed que representa el nivel de tipos de interés esperado por los miembros del Comité a corto y medio plazo, muestra que trece de los diecisiete miembros del FOMC esperan que la primera subida de tipos ocurra aún en 2015 (gráfico 2), lo cual significa que la subida de tipos este año sigue siendo ciertamente muy probable.
Dado esto y considerando que en la conferencia de ayer Yellen mantuvo la puerta abierta a una posible subida de tipos el mes que viene, vemos un 50-50 de posibilidades de que la primera subida de tipos es Estados Unidos se haga efectiva en la reunión de octubre o de diciembre. Mantenemos esta previsión siempre y cuando no haya sorpresas negativas para la economía mundial o en los mercados de valores, como ocurrió el mes pasado con el “Black Monday” o “lunes negro”.
Una subida de tipos en Estados Unidos este año, ya sea en octubre o en diciembre, sería un gran apoyo para el dólar respecto a la gran mayoría de monedas más importantes durante 2016. Por otra parte esperamos que la divergencia entre las políticas monetarias de Estados Unidos y la Eurozona continúe, lo que forzará a la baja la evolución del euro frente al dólar durante los próximos 12-18 meses, con ganancias más graduales del billete verde respecto a la libra.
Por último y puesto que no hemos visto una subida de tipos en septiembre, revisamos nuestra previsión del dólar moderadamente a la baja a corto plazo y retrasamos ligeramente los niveles de apreciación del dólar a largo plazo.