Sin duda, la decisión de la Fed de mantener sus tipos de interés en la última reunión tuvo mucho que ver con la prioridad en estos momentos de no acentuar la inestabilidad financiera. Y ahora la inestabilidad financiera tiene un nombre: Economías emergentes. Desde una perspectiva histórica las subidas de tipos en USA siempre han conllevado tensiones (llamémoslas ajustes de carteras) en los mercados emergentes. En general, identificados con la proximidad del final de ciclo en el crédito y madurez del ciclo económico. Es lógico pensar que la Fed ha querido en esta ocasión evitar este riesgo, partiendo de que realmente no son las condiciones financieras sino mas bien las económicas las que generan más incertidumbres en estas economías. En definitiva, es la economía y las dudas (por qué no, también los ajustes pendientes) los que atenazan en estos momentos a las economías en desarrollo. Y no solo pienso en China al advertir de sus debilidades.
Pensemos por el momento en la debilidad del comercio exterior…solo por la debilidad de las importaciones desde China? Me temo que sería injusto verlo así, cuando la propia debilidad en el ritmo de crecimiento del comercio se percibe desde el inicio de la Recesión mundial. Algunos lo han visto como una consecuencia de la restricción financiera, otros como un cambio estructural derivado tanto de la vuelta atrás en muchos procesos de deslocalización, por la subida de los salarios en muchas economías en desarrollo (China por ejemplo) y también por los procesos de sustitución de importaciones por producción interna a raíz de la Crisis económica. También por la aparición del proteccionismo, cuando los avances en la liberalización comercial mundial han sido en los últimos anos prácticamente insignificantes. Pero, naturalmente, hay mucho más. Y me refiero al impacto de la menor demanda sobre lo previsto desde China y a la propia caída de los ingresos (cantidad y precios) en las ventas de materias primas. Se solucionan todos estos problemas con la depreciación de las monedas? La mera cuestión ya genera suficientes dudas como para esperar que la debilidad de las monedas se mantenga a corto plazo, independiente de que la Fed prolongue o no el nivel actual de sus tipos de interés. Ya saben que nosotros no esperamos cambios en los tipos de interés oficiales USA hasta el Q1 del próximo año. Y tampoco tenemos muy claro que en aquel momento los pueda subir.
Que les resta a las economías emergentes para impulsar su crecimiento? Limitado el impulso natural de la demanda externa (al menos mientras la propia demanda final de las economías desarrolladas no se acelere) lo lógico sería esperar que sus autoridades impulsaran el crecimiento del gasto o inversión pública. Pero, es complicado generalizar en este supuesto. Miren si no lo que ha ocurrido en Brasil ante el incumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal. Y no solo con respecto a la rebaja del rating como también a la necesidad de asumir el descenso de los ingresos fiscales derivado de la caída de los precios de las commodities en algunos casos o del propio deterioro económico en todos. Por último, no parece del todo claro que la financiación ahora de un mayor deterioro de las finanzas públicas sea fácil. Especialmente en los mercados de crédito domésticos. Y obviamente también en los mercados internacionales. En este punto sería incluso necesitaría mucho más que la estabilidad de tipos de interés en USA para contrarrestarlo.
¿Qué se puede hacer entonces? Esta es una buena cuestión. Su respuesta pasa probablemente por esperar acontecimientos sobre la evolución del crecimiento mundial (China y la propia recuperación de las economías desarrolladas) como una gestión más dinámica de las finanza públicas de estos países y reformas que aumenten su crecimiento potencial al mismo tiempo que aceleran los ajustes pendientes. En definitiva, el camino ortodoxo para superar sus problemas actuales. Pero, es cierto, también el más largo y complicado.