Admito que he tomado el título anterior de una ponencia pública de un competidor. Muy interesante, sin duda. Se hablara del futuro modelo de crecimiento español y de la necesidad de mantener la dinámica de mejora de competitividad que tan buenos resultados nos ha dado en términos de la balanza de pagos. Pero tan terribles han sido para el empleo.

No, en este momento hay que plantearse la segunda fase que pasa por inversión, subidas salariales en línea con la productividad y poco a poco mejora en el empleo. Esto es lo normal en este momento del ciclo económico. Y lo deseable. ¿También el escenario más probable a corto plazo? Sí, es lo deseable.

Pero no está exento de riesgos. Algunos internos y otros externos. Entre los primeros, la deuda acumulada por la economía española que actúa de freno ante cualquier expectativa de inversión y gasto. El segundo, la inercia recesiva que aún deprime a los agentes económicos. Y aquí podemos incluir la baja inflación. Sin duda, es muy saludable la mejora de la competitividad vía producto y precios internos. Pero no es fácil superar este esquema de crecimiento. Que se lo pregunten a los alemanes, donde la cultura del ahorro ha calado tan fuerte que en estos momentos se les critica precisamente por ello. Y naturalmente también hay factores externos. Pero, estos ya los iremos analizando poco a poco. De hecho, creo que ustedes ya los conocen de sobra.