Semana en la que recortamos la recomendación de la renta variable europea a un 2% de nuestro objetivo para el año. Revisamos a la baja también los largos plazos europeo y alemán por considerarlos en niveles mínimos de TIR.
En lo que respecta a Estados Unidos, los datos de la semana, más positivos que en otras anteriores, empujan en sentido contrario a la lentitud en el tapering sugerida desde distintos miembros de la FED. Tras la reunión del organismo, la ideas que podemos sacar son que los objetivos no están alcanzados y que el empleo sigue siendo la clave.
Por otro lado, el ISM no manufacturero se sitúa al alza (55,4 vs. 54 est. y 54,4 ant.). Y en lo que respecta a la primera estimación del PIB del tercer trimestre, ésta se coloca por encima de lo previsto (2,8% QoQ anualizado vs. 2% est.).
La gran sorpresa ha sido el dato de creación de empleo no agrícola: 204k nuevos empleos, muy por encima de los 120k estimados y con revisión neta positiva de las cifras de agosto y septiembre. Completamos el dato con la tasa de paro, que también sorprende, pero en sentido contrario, ya que sube: del 7,23% al 7,28%.
La otra sorpresa vino el pasado jueves desde el BCE y su recorte de tipos. La frase clave que explica la medida es: “La zona euro podría experimentar un período prolongado de inflaciones bajas”. Con todo, la decisión de tipos a la baja, -25 p.b., hasta niveles mínimos (0,25%), no fue unánime, pero sí respaldada por una amplia mayoría. La medida no era esperada por el mercado porque con los tipos a corto plazo en niveles muy inferiores al oficial (2 años al 0,09%) no parecía que el BCE pudiera jugar baza adicional a lo que ya el mercado estaba haciendo. ¿Qué mueve entonces a Draghi? Que tras el último dato de inflación, con una recuperación macro aún incipiente, “encaramos” casi un año con tipos en la banda 0,8-1,2%, muy bajos. Eso sí, muy importante: no cabe confundir lo anterior con deflación (escenario descartado por el BCE). Cree además que unos tipos inferiores contribuyen a una menor fragmentación. ¿Podría bajarlos más? Sí y así lo reconoce abiertamente.
Otra de las medidas del BCE fue mayor liquidez: 1 año más de adjudicación plena en las subastas, hasta mediados de julio de 2015. Nueva barra de liquidez, muy positivo, particularmente en un momento en que el exceso de liquidez se ha reducido de forma significativa.
Cabe destacar varios datos:
Semana de confirmación de cambio de tendencia en el euro y todo gracias a la bajada sorpresa de tipos de Draghi. En consecuencia, el mercado ha pasado de un 37% a un 50% en la probabilidad de que el euro perderá todas las ganancias que ha conseguido en el medio plazo. El primer golpe ha sido fulminante, perdiendo en dos semanas la mitad de lo ganado desde los mínimos de marzo y julio. La barrera a franquear está en 1.3293, con el siguiente objetivo en la media de 200 sesiones en el 1.3166.
Por su parte, la corona noruega se depreció el viernes un 1.5% tras el dato que indica que la producción industrial se ha estancado en Noruega.
A lo largo de los últimos meses, y de una forma ordenada, hemos ido moderando nuestra visión sobre los mercados de renta variable a medida que los objetivos se cumplían. Primero fue Japón, luego fueron los emergentes, luego USA y a la vez España, que pasaba a neutral al superar los 9,500 puntos.
Tras todo esto, es el turno ahora de Europa, cuyo objetivo en 330 del Stoxx 600 está próximo a alcanzarse. Damos por tanto el paso de reducir la recomendación en este mercado y dar el año por cerrado. Los motivos: catalizadores cumplidos, con la macro a más, los resultados sólidos y desde ayer con los bancos centrales a todo gas.
En el apartado de fondos, nos hemos preguntado si es fiable el tamaño de los fondos como indicador. Para este estudio, se han cogido todos los fondos (open-ended) comercializados a nivel global y se ha realizado un filtro manteniendo únicamente los que comunican su patrimonio y que tienen más de 3 años de track record. Al final nos hemos quedado con 70.000.
Entre las conclusiones:
Como recomendación, recordemos que no hay que dejarse llevar por la rentabilidad pasada. Analizar las estrategias y los activos que componen las carteras es fundamental. Cuando encontramos un fondo con un histórico extraordinario, debemos cuestionarnos en qué condiciones se ha producido, cuál fue el driver y si es repetible en el entorno de mercado esperado.