El BCE se reafirma en su intención de ampliar el QE y los mercados reaccionan acorde a sus palabras. Momento de entrar de lleno en la esencia de un programa QE.
El Banco Central Europeo mantiene el ritmo de compra de deuda por valor de 60.000 millones de euros mensuales, también mantiene los tipos de interés en mínimos históricos y también mantiene la barra libre para los bancos. Razones de peso para que las Bolsas del Viejo Continente mantuviesen la senda alcista.
Pero cuestión distinta son la inflación y la economía…
– Inflación: no termina de crecer y el objetivo fijado por el BCE en el entorno del 2% no sólo está alejado sino que parece todo un mundo siquiera acercarse (de hecho en septiembre entró en terreno negativo). La caída del petróleo no ayuda aunque hay cierto optimismo moderado en que en la recta final de año la inflación podría repuntar.
– Economía: el crecimiento económico se ha estancado y en buena parte se debe a Alemania, donde el IPC ni subió ni bajó, el indicador ZEW de expectativas económica bajó fuertemente a 1,9 cuando se esperaba 6,0. La verdad es que el escándalo de Volkswagen y la debilidad de los mercados emergentes han enfriado las perspectivas para Alemania.
Por su parte, la producción industrial en la eurozona cayó un -0,5% y también se redujo en España e Italia, pero aumentó un 1,6% en Francia, la segunda mayor economía de la eurozona.
Es por ello que Mario Draghi no va a permanecer impasible, ya adelantó que en la reunión del mes de diciembre abordarán el tema en el seno del Banco, lo que nos lleva a algo que no debiera de suponer una sorpresa: el BCE extenderá e incrementará el actual programa QE.
La cuestión es que Mario Draghi cuenta con dos bazas complementarias si decide recurrir a ambas. Por un lado, fortalecer el QE en su dimensión cuantitativa y cualitativa. Por otro lado, adoptar más medidas no tradicionales, como por ejemplo recortar el tipo de facilidad de depósito (que por cierto ya está en negativo).
Todo ésto nos lleva a entender mejor lo que es y lo que supone un QE, ya que tanto hablar de él desde hace bastante tiempo bien merece una comprensión acorde a su publicidad.
Un QE (quantitative easing) o flexibilización cuantitativa, es un programa que consiste en generar dinero y ponerlo en circulación. Una de sus funciones tradicionales es crear liquidez para facilitar el crédito a familias y empresas, ya que los bancos centrales crean dinero y lo usan para comprar determinados activos financieros como deuda pública, de esta manera, los bancos utilizan ese dinero que han recibido del Banco Central para aumentar los préstamos o para comprar nueva emisiones de deuda al gobierno. Esa es la teoría, la práctica es otra cosa como ya saben.
Así pues, un QE consiste en inyectar liquidez al sistema a través de los bancos.
¿Cómo reaccionan los mercados? Pues la renta variable del país en cuestión sube al alza y la divisa de dicho país baja.
El QE se suele utilizar también para luchar contra la deflación en economías con tipos de interés muy cercanos al 0%. Tengan en cuenta que es la última bala en la recámara cuando la política de tipos de interés se ha agotado.