El sector del crowdlending y sus plataformas siempre hemos actuado bajo una extensa regulación general hasta que en abril de este año 2015 el Ministerio de Economía aprobó una regulación específica del sector con la Ley 5/2015, de 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial. Desde la publicación de esta ley en el BOE, las plataformas tenemos autorización para operar provisionalmente durante un período transitorio de 15 meses para adaptarse a las exigencias de la nueva ley. Desde Arboribus se están cumpliendo los pasos necesarios para complir con los requerimientos de la normativa de cara a su completa aplicación a mediados de 2016.
La Ley 5/2015 recoge algunos puntos clave para las plataformas: doble supervisión del Banco de España y la CNMV, obligación de auditar las cuentas, capitales mínimos de las plataformas que garanticen cierta robustez, segregación de los fondos de los clientes respecto de los de la propia empresa, obligaciones en favor de la transparencia sobre morosidad y volúmenes financiados, etc.
Desde Arboribus, junto con otras plataformas, trabajamos con el Gobierno de cara a la mejora del texto normativo que finalmente se aprobó, intentando siempre balancear el doble objetivo de proteger a los inversores sin destruir la agilidad y comodidad del modelo de servicio on-line de máxima calidad. Más allá de la normativa oficial, Arboribus cuenta con un código de conducta que busca día a día maximizar la satisfacción del cliente.
Nuestros préstamos directos a pymes son inversiones, y una de las diferencias con los depósitos bancarios es que no están protegidos por el fondo de garantía de depósitos. Al igual que muchas otras inversiones, el capital está en riesgo, pero con ese riesgo viene sustancialmente mejores rendimientos. Es la combinación riesgo-rendimiento que hace que cada producto encaje en mayor o menor medida en una cartera de inversión.
El principal riesgo para los inversores de crowdlending es que los prestatarios no paguen su préstamo. Arboribus facilita la gestión de este riesgo de distintas formas:
“El crowdlending es lo mismo que el crowdfunding de capital”
Las plataformas de crowdlending permitimos a los inversores prestan dinero directamente a empresas solventes, mientras que las plataformas de crowdfunding ofrecen una inversión que se asemeja más a acciones y participaciones – los inversores de crowdfunding comprar parte del capital social de empresas jóvenes con expectativas de crecer mucho y rápido.
Con las altas tasas de fracasos de las empresas de nueva creación, los riesgos y beneficios del crowdfunding son mucho mayores que en los préstamos directos a pymes y, por lo tanto, representan dos clases de activos que debemos considerar de forma separada.
Algunas inversiones realmente necesitan gran cantidad de dinero para empezar, como puede ser la compra de un piso, o determinados fondos de inversión.
Los préstamos directos a pymes que gestionamos desde Arboribus son mucho más accesibles y permiten crear una cuenta de forma totalmente gratuita y empezar a invertir sin mínimos (desde 20 euros). Algunos inversores, para empezar a familiarizarse con el modelo, eligen empezar a invertir a modo de prueba, prestando pequeñas cantidades, para ir creciendo progresivamente en volumen y cartera.