Cada año se repite la misma escena, los analistas de numerosas casas de análisis y gestoras de fondos de inversión exponen las acciones que son sus favoritas o creen que deben tenerse en cartera y todos los años sin excepción la operadora española aparece como una de las principales a tener en cartera, pero cada año decepciona y no termina de despuntar.
En concreto el año 2015 parecía ser el año en el que la compañía revertiría la tendencia de los últimos años, pero si observan el gráfico que aparece en el presente texto, verán como actualmente cotiza en terreno negativo y parece que será así, salvo que se produzca un “rally navideño” de última hora.
Si analizamos los datos que la operadora presentó en Noviembre, veremos que obtuvo un aumento de su beneficio del 69% en los primeros nueves meses (4577 millones de euros) aunque fue debido en gran parte a varias operaciones extraordinarias, como la venta de O2 en Reino Unido.
Cabe señalar que sin extraordinarios los ingresos habrían caído un 7%, aunque habrían crecido un 11,9% sin el efecto de devaluación de divisa de Venezuela. El margen de rentabilidad también habría caído un 1,8% hasta un 31,2% aunque mantiene un buen margen respecto a otras operadoras comparables.
Desde el lado positivo vemos un aumento del beneficio bruto operativo en un 5,7% y el aumento del total de clientes de un 12% hasta 327,2 millones, creciendo los clientes de líneas móviles un 12% y los de banda ancha fija un 10%.
Por países destaca el crecimiento de los ingresos de Telefónica Brasil de un 5,2% aunque el coste de la deuda ensombreció sus resultados en el país brasileño. Por su parte Telefónica Alemania creció un 66% por la inclusión de las cuentas de E-Plus o la ligera subida del +0,2% de España después de las caídas de los últimos siete años.
Teniendo en cuenta lo anterior, existen una serie de factores que pueden influir positivamente en la cotización de la compañía, al margen del gran castigo que acumula la operadora en las últimas semanas, serían los siguientes:
- Mejora previsible de la evolución de los ingresos de algunos países como es el caso de España.
- Mayor captación de clientes, con el gran posicionamiento en televisión de pago (con la compra de Canal + en España o de GVT en Brasil) y el aumento de este servicio en siete nuevos mercados en latinoamérica.
- Menor deuda al realizar la venta de su filial O2 en Reino Unido
- Puesta en valor de sus activos con posibles salidas a bolsa de Telefónica Mexico o de sus infraestructuras de torres y antenas de telefonía, ya que cuenta con más de 60.000.
- Amplio conocimiento sobre Big Data (tal como la compañía desveló en la presentación de su plan estratégico hasta 2020) y posibilidad por tanto de nuevas líneas de negocio.
- Menor gasto en infraestructuras, lo que permitirá un recorte en los costes y un aumento por tanto en los márgenes operativos.
- Mayor tasa de conversión del flujo de caja que sus rivales, lo que puede ayudar a la compañía a mantener o aumentar el actual dividendo superior al 4%.
No obstante estos son algunos factores que pueden influir en la cotización de la operadora de telefonía en los próximos meses, aunque también existen factores externos como el aumento de volatilidad actual o cambios macroeconómicos que definirán también el curso de los mercados.