Hemos tenido semanas muy intensas desde el punto de vista financiero a lo largo de los últimos meses y principalmente luego de las elecciones que han colocado a Macri como el próximo presidente de todos los argentinos.
Poco a poco se irán desarmando las bombas y problemas que ha dejado la administración saliente y un grave problema es el que actualmente el BCRA se encuentra intentando resolver referido a los contratos de dólar futuro.
Ninguno de los problemas a resolver son fáciles y se necesitaran de una creatividad excepcional para que dichas complicaciones no golpeen a la actual débil economía y afecten a la menor cantidad de intereses. Ardua tarea si las hay aunque creo que bajo ningún concepto el Banco Central debe ´modificar los contratos previamente emitidos por la misma entidad que estaba presidida por la administración saliente.
Modificar los contratos nos hace más de lo que ya teníamos, e incluso es considerado a mi visón un hecho aun más grave. A instancias de contar con un déficit fiscal del 7%, sobre PBI incluir mayor monetaria para llegar al 8% o hasta el límite de 10% no cambia significativamente la cuestión ya que igualmente tendremos una elevada inflación, problemas con el tipo de cambio y retrasos a niveles económicos. Pero la ventaja clara es que habremos respetado los contratos emitidos por entidades públicas.
Todo lo que se trabaje en estos meses es para solucionar la problemática heredada por la era Kirchnerista y si bien se debe cuidar lo público de manera prudente y seria, bajo ningún concepto debemos faltar a nuestra palabra no solo entre los propios argentinos sino también a nivel internacional.
Modificar contratos no nos hace bien como país mucho menos si intentamos en el futro tomar prestado y este tipo de medidas no nos permitirán endeudarnos a una tasa razonable al menos en el corto y mediano plazo, “hasta que pase la tormenta”
Es clave una buena resolución de este inconveniente y todo lo relacionado con los contratos emitidos por entidades públicas argentinas si el objetivo final es endeudarse a tasas razonables. Los mercados tienen memoria y nuestra prontuario no es el mejor que digamos. Necesitamos solucionar los problemas económicos con ayuda del mundo. Emitir dinero e incrementar el déficit uno o dos puntos porcentuales sobre PBI no hubiera generado ningún perjuicio extra o “nuevo” a lo que ya conocemos y venimos sufriendo desde hace años pero sí nos hubiera hecho un gran merito que es respetar los contratos, principalmente porque ahora el mundo financiero internacional sí nos está viendo!