Un competidor recomienda la bolsa española sobre el resto por el momentum económico. De acuerdo: luego alude a la mejora esperada en el diferencial de crédito y al mejor comportamiento relativo de los mercados sesgados hacia una economía lidera por la demanda interna (tenemos tiempo de debatir esto último). No, voy a entrar en todos estos argumentos. Aunque sí me gusta que se advierta conjuntamente con todo lo anterior del mayor riesgo relativo al resto de las bolsas periféricas. Y eso hace el Informe. Yo, además, creo que en los próximos meses los inversores deberán enfrentarse a un mayor riesgo relativo en general: los precios de los activos ya están muy ajustados y si la mejora económica avanza (como ven, también puedo admitir mis potenciales errores, especialmente si la recuperación es sólida) el debate sobre el margen de maniobra de los bancos centrales será cada vez más recurrente. ¿Se imaginan que impacto puede tener esta combinación de factores sobre el ánimo de los inversores? De acuerdo, siempre con un final feliz, para las bolsas. Como en las mejores historias. Y con un título elocuente: la Gran Rotación.

Pero, sin entrar a valorar las razones de mi competidor, sí me llama la atención que utilice la expresión de momentum para hablar de la economía.

Utilizando Wikipedia…. La cantidad de movimiento, momento lineal, ímpetu o momentum es una magnitud física fundamental de tipovectorial que describe el movimientode un cuerpo en cualquier teoría mecánica. En mecánica clásica, la cantidad de movimiento se define como el producto de la masa del cuerpo y su velocidad en un instante determinado.

Históricamente, el concepto se remonta a Galileo Galilei. En su obra Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas ciencias, usa el término italiano impeto, mientras que Isaac Newton en Principia Mathematica usa el término latino motus1(movimiento) y vis motrix (fuerza motriz). Momento y momentum son palabras directamente tomadas del latín mōmentum, término derivado del verbo mŏvēre 'mover'.

Es habitual utilizar el término en los mercados: la inercia y fuerza de su subida. O caída. En economía suena más extraño, aunque no digo que no sea apropiado. Al final, mi competidor se refiere claramente a la aceleración en el crecimiento del PIB. Y de hecho es lo que espera buena parte del mercado: desde niveles de crecimiento trimestral de 0.1/0.2% hasta recuperaciones de 0.4/0.5% el próximo ejercicio. Y naturalmente, de menos a más durante el próximo ejercicio. Hasta nosotros esperamos que ya en 2015 la economía española crezca a ritmos por encima del 1.0%, aunque antes se deben cumplir tres condiciones: 1. que el crecimiento mundial se acelera por encima del 3.5%; 2. que haya una continua mejora en las condiciones de financiación; 3. que la economía haya seguido con sus ajustes durante 2014. Los dos primeros factores quedan fuera de nuestras manos, incluyendo aquí a las autoridades españolas. Sin embargo, el último es claramente responsabilidad de todos: la clase política, empresas, bancos y familias. Reformas, estabilidad política, ajustes de precios y deuda, mejora en la financiación bancaria. Sólo unos datos: en USA se estima entre nueve meses y más de un año y medio la relación entre mejora del crédito y la recuperación posterior de la inversión empresarial..

¿Entienden ahora por qué nosotros vemos 2015 como el año de la recuperación y el próximo ejercicio el de la consolidación?. En definitiva, 2013 habríamos tocado suelo; en 2014 consolidamos niveles con un crecimiento marginal; en 2015 crecemos con más fuerza, aunque lejos del promedio anterior a la Crisis. Como decía ayer el Presidente de uno de los dos grandes bancos españoles, ritmos de crecimiento por encima del 2./2.5% a medio plazo van a requerir más ajustes en la economía. Ajustes que debemos asumir todos.

Considerando todo lo anterior, ¿no les llama la atención referirnos a la progresiva mejora económica como momentum? El impulso tiene connotaciones de inercia, cuando lo cierto es que la recuperación económica debe ser alentada de forma constante con nuevas medidas, entre ajustes y reformas. La inercia, el crecimiento puntual o cíclico, quizás nos proporcione una cierta alegría a corto plazo en algún momento. Pero, de ahí a considerar que por si sola puede actuar como motor de la recuperación sostenida hay mucha diferencia.