El CFD es como un Ferrari, puedes ponerlo a más de 200 km/h por la autopista o bien pasear con él a 50 km/h por la Castellana. (Gabriel Montalto)
¿Qué es el CFD?
CFD son las siglas de Contract for difference. Si buscamos CFD en Wikipedia lo define como un contrato por el que se intercambia la diferencia del precio de un instrumento financiero en el momento de apertura del contrato y el precio en el momento de cierre del mismo. Con el CFD obtenemos la diferencia de precio entre la compra y la venta obteniendo un Beneficio o Pérdida similar al de una operación en bolsa por el mismo importe, sin necesidad de desembolsar la cantidad total por la que estamos invertidos en el mercado. Esto se consigue mediante dos herramientas: garantías y apalancamiento.
Por ejemplo, si observamos los movimientos en la cotización de MTS y hubiésemos realizado la compra de 1000 acciones de MTS a 4 € y compra de 1000 CFD de MTS y vendemos en el día de ayer, obtendremos el siguiente resultado:
ACCIONES CFD
Compra 1000 MTS 4€ = 4.000 € Compra 1000 CFD MTS 4€ = 4.000 €
Desembolso = 4.000 € Garantías (10%) = 400 €
Venta 1000 MTS 3,50 € = 3.500 € Venta 1000 CFD MTS 3,50 € = 3.500 €
DIFERENCIA COMPRA - VENTA = 500 € (Pérdida)
(En este ejemplo no se han tenido en cuenta comisiones ni costes de financiación)
En ambos casos el Beneficio o Pérdida ha sido el mismo, con la diferencia que al comprar acciones se desembolsa la cantidad total, mientras que con CFDs disponemos de 3.600 € para abrir nuevas posiciones o incrementar la posición abierta actual.
En el caso de las acciones sólo nos permiten posiciones compradoras a no ser que se utilice la venta a crédito, mientras que en el CFD se pueden abrir posiciones compradoras y vendedoras. En el caso expuesto si se hubiera abierto una posición vendedora, la pérdida se habría convertido en un beneficio de 500 €.
Garantías
Si seguimos con el ejemplo del Ferrari, la garantía podría ser la gasolina del coche, ya que ésta es la cantidad requerida por el emisor para abrir una posición. Importante es tener en cuenta los siguientes aspectos:
Las garantías se liquidan diariamente, y pueden aumentar o disminuir según suba o baje la acción en el día.
Las garantías son devueltas en el momento de cierre de la posición.
Las garantías son un porcentaje y varía en función del producto al que se refieran. Si hablamos de CFDs sobre acciones las garantías pueden ir desde un 5% hasta un 50% dependiendo de la liquidez de la acción.
Las garantías pueden variar si se cierra la posición en el día o si se mantiene hasta el día siguiente, dependiendo ésta condición del emisor o creador de mercado.
Apalancamiento
El apalancamiento sería el acelerador de nuestro Ferrari, ya que nos puede permitir disfrutar del viaje o todo lo contrario. Se trata simplemente de un multiplicador de nuestra posición en el mercado. Al no tener que desembolsar la totalidad de la cantidad por la que invertimos, el CFD permite aumentar nuestra posición en un mismo valor, o bien diversificar nuestra cartera invirtiendo en otros valores, como hemos visto en el ejemplo anterior.
Lo recomendable sería que nuestro apalancamiento no sea superior a 2 ó 3 es decir, si abrimos una cuenta con 3000 €, nuestra posición en el mercado no sea superior a 6.000 ó a 9.000 €.
Tipos de CFD
En la clasificación existen dos tipos de CFD bien diferenciados, el CFD Direct to Market (DMA) o que va directamente a mercado, y el CFD replicado por un market maker o creador de mercado.
En el caso de los CFD a mercado, no existe una horquilla entre el precio de compra y el precio de venta del valor y las posiciones de compra y venta se pueden ver en el mercado real.
En el caso de los CFD que utilizan creador de mercado, la horquilla de precios compra-venta se puede ampliar dependiendo de la volatilidad, de la liquidez del valor pudiéndose incluir la comisión del creador y del broker (comisión de intermediación) dentro de esta horquilla. En cuanto a las posiciones de compra y de venta, aunque puedan aparecer en la plataforma, éstas son introducidas por el creador por lo que no se corresponden con las del mercado real.
Como inconveniente diremos que la gama de activos de los CFD que van a mercado (DMA) suele ser inferior a la de los los CFD que utilizan creador (market maker), siendo la diferencia mayor en el caso de posiciones vendedoras.
Ventajas y otras características
A lo largo del artículo hemos comentado alguna de las ventajas del CFD, como son la posibilidad de abrir posiciones vendedoras, así como el capital a desembolsar que es inferior.
Otra de las ventajas que ofrecen los Brokers de CFD es la posibilidad de utilizar diferentes tipos de órdenes: stop vinculados, (enlazando stop de pérdidas y stop de beneficios para el mismo valor), órdenes de compra y de venta sobre un mismo valor (sin cerrar por ello la posición abierta), órdenes que entran en el mercado si toca un precio determinado etc. Esto nos permite operar con el CFD sin necesidad de estar permanentemente pendiente del mercado.
No debemos olvidar los costes de financiación, que es la cantidad diaria que se cobra por mantener la posición abierta, es decir por financiarnos en el mercado. Esta cantidad suele variar dependiendo del Broker entre un 2,5% y un 3% más el EONIA, EURIBOR, LIBOR etc. dependiendo del mercado en el que se encuentre el activo subyacente.
La operativa con CFD puede tener diferentes finalidades: ser un mecanismo de cobertura de nuestra cartera de acciones, como mecanismo de diversificación para la apertura de posiciones en mercados internacionales, índices o materias primas, o con el fin de incrementar una posición en un activo determinado. En cualquier caso, no debería utilizarse como instrumento único, ni exclusivamente de apalancamiento en un solo activo, ya que entonces aumentarán las posibilidades de “tener un accidente”.
Desde que conocí el CFD me pareció un instrumento innovador, transparente a la hora de operar y en las comisiones aplicadas, por lo que sólo me queda dar las gracias a Gabriel por habérmelo presentado.