A corto plazo, enero, mes tradicionalmente alcista, se presenta muy mal. A medio plazo sobran incertidumbres (China, petróleo, geopolítica, etc.) y faltan alicientes para subir.

Nefasto comienzo de año en todo el mundo ante la falta de confianza en el futuro. Además las caídas se producen en una época estacionalmente alcista, como son la entrada del nuevo año. Cualquier repunte es aprovechado para vender y muchos índices y blue chips presionan o ya han perdido soportes clave. Los motivos son muchas: China, petróleo, geopolítica, etc., así que todos están a la espera, nadie compra y aunque las ventas no son demasiado elevadas, los mercados se hunden ante la falta de compradores. Lo que más preocupa en los mercados, es China, y también la situación geopolítica en Oriente Medio. China por su estancamiento económico, la devaluación del yuan y la caída de sus Bolsas; y la crisis Arabia Saudí-Irán, en Oriente Medio, porqué debería haber producido un inmediato rebote del precio del petróleo, y en cambio ha producido el efecto contrario, hundiendo todavía más su precio, aumentando la incertidumbre sobre su futuro y arrastrando a las grandes petroleras. En España, además sigue la inestabilidad política y la posibilidad de la formación de un Gobierno que anule las reformas económicas de los últimos años.

El Ibex 35 sufre su peor arranque de año desde 1997 y ha perdido definitivamente los 9.231 puntos, mínimos de septiembre del año pasado y del lejano diciembre de 2013. El siguiente soporte está en los 8.800 puntos y si todo sale muy mal, en los 7.500 puntos.