Hoy vamos a ver el patrón de doble o triple suelo, una de las figuras técnicas más importantes en lo que se refiere a un cambio de tendencia en los mercados financieros.
Es un patrón de cambio de tendencia, concretamente de bajista a alcista y suele aparecer en la recta final de una tendencia bajista.
Está formado por dos suelos o mínimos consecutivos prácticamente al mismo nivel de precio. Una vez más, es la experiencia del analista técnico la que determinará si los dos suelos guardan una proporción aceptable o no, es decir, si la diferencia entre un mínimo y el otro es aceptable y considerada como que entra dentro de los cánones o dogmas admitidos generalmente por la doctrina, o bien hay una diferencia que lleva a la conclusión de que no estamos ante un patrón de doble suelo (o triple suelo en el caso de tres mínimos consecutivos).
En el siguiente gráfico pueden ver cómo sería la representación gráfica de un patrón de doble suelo.
La mecánica es la siguiente. El precio se encuentra inmerso en una tendencia bajista formando sucesivos máximos y mínimos decrecientes (cada vez son más bajos en una clara línea descendente).
Pero llega un momento en el que un mínimo no llega a estar por debajo del mínimo anterior (primer suelo), deteniéndose la caída en una zona similar (segundo suelo). Esta circunstancia ya alerta al analista técnico de que el precio no mantiene la fuerza que traía, que empieza a mostrar signos de fortaleza y recuperación, entre otras cosas porque no es capaz de perder el mínimo anterior y seguir cayendo.
Como nos encontramos en una tendencia bajista, el volumen tiende a ser elevado al final de la caída del primer suelo. La reacción ascendente del primer suelo o mínimo se suele llevar a cabo con muy poco volumen, de la misma forma que durante la formación y gestación del segundo suelo.
Una vez formado el segundo suelo, el precio sube hasta la parte superior del doble suelo o resistencia, en este caso con un incremento del volumen, y seguramente superando al alza la línea de tendencia bajista.
Este hecho alerta de nuevo al analista técnico, ya que el rebote al alza se produce con un aumento del volumen y además rompiendo la directriz bajista, con lo que será cuestión de tiempo que se imponga una corrección o cambio de tendencia, de bajista a alcista.
Una vez formado el segundo suelo, el precio vuelve a subir hasta el nivel de resistencia del techo. Esta fase se lleva a cabo con volumen.
Y llegamos al momento clave. Hasta ahora era indudable de que la fortaleza bajista estaba siendo quebrada, teníamos ya dos señales claras al respecto, por un lado no se hacían nuevos mínimos o suelos, por otro lado el volumen iba incrementándose en las subidas, ahora le añadimos que el precio supera la línea de tendencia bajista.
Pues bien, aún faltaría el último requisito para confirmar la fortaleza de la tendencia alcista. El precio ha de superar la resistencia, el máximo formado tras crearse el primer suelo. Aquí por regla general es interesante fijarse en el volumen, puesto que si dicha rotura se lleva a cabo con un incremento del volumen será más fiable el patrón.
Como siempre, se impone la necesidad, por precaución, de aplicar o utilizar un filtro de confirmación, en este caso un throwback, de manera que si el precio supera la resistencia y realiza un throwback, será en ese momento cuando el analista técnico pueda dar por culminado el patrón de doble suelo y esperar una subida del precio, comenzando una tendencia alcista tras finalizar la previa tendencia bajista. De todas formas, ya saben que hay ocasiones en que se puede producir la superación de un nivel clave sin llegar a producirse un throwback, no es obligatoria su aparición, aunque es recomendable.
Para calcular la proyección de la subida del precio, hay que tener en cuenta que el precio puede subir como mínimo hasta el nivel de precio marcado por la distancia correspondiente a la altura del doble suelo (desde el suelo hasta su máximo), proyectada hacia arriba desde la propia base. Esto es simplemente una proyección, el precio puede subir más, por lo que prefiero hablar más de cálculo del primer objetivo de subida del precio que proyección de la subida en sí misma.
Por regla general, cuanto más tiempo tarde en formarse este patrón y mayores dimensiones tenga, mayor será la repercusión que podrá tener finalmente en la evolución y devenir del precio.
En este gráfico tenemos otro ejemplo del patrón doble suelo, donde vemos que supera la zona clave, realiza el correspondiente throwback y cambia la tendencia, alcanzando el primer objetivo o proyección de la subida estimada.
La doctrina suele aceptar que los dos mínimos deben formarse con una separación mínima de un mes, ya que un plazo temporal inferior haría que el patrón no fuese del todo fiable. A este respecto, decir que no soy partidario de poner vallas al campo, básicamente porque este es un patrón discrecional y es la experiencia del analista técnico lo que impera, por no decir que si diéramos validez al requisito temporal mencionado, este patrón no podría ser utilizado ni observado en gráficos menores (para intradía, para corto plazo) ya que no daría tiempo a que transcurriese un mes como mínimo, y les aseguro que es un patrón igual de válido y de efectivo para intradía, para gráficos pequeños como para gráficos mayores.
En el siguiente gráfico tenemos otro ejemplo bastante claro del patrón doble suelo, incluso más gráfico aún que los anteriores, conteniendo todos los elementos clave de esta figura chartista, la creación de los dos suelos con un máximo intercalado entre ambos, la superación de la zona clave, aunque bien es cierto que aquí nos faltaría el filtro de seguridad, concretamente el throwback.
A modo de resumen, nos encontramos en una tendencia bajista. Se forma un mínimo en el precio apoyado por un incremento del volumen. Tras esto, comienza a producirse una subida pero con poco volumen. A continuación, vuelve a bajar el precio, con más volumen que en la subida pero menos que en la anterior bajada y alcanza el mínimo anterior. De nuevo vuelve a subir el precio hasta el máximo anterior, pero rompiéndolo, iniciándose un impulso alcista producto del giro o cambio de tendencia.
Si hablamos de un triple suelo, el proceso de volvería a repetir, teniendo tres toques en el nuevo mínimo en vez de dos y la consiguiente rotura del máximo.
En ocasiones, a la rotura del máximo le seguirá un throwback que nos servirá de confirmación. El primer objetivo o proyección se calcula según la distancia que haya entre los mínimos del doble o triple suelo y los máximos de las subidas formados tras marcar el primer mínimo.
Respecto al patrón en su modalidad de triple suelo, todo lo comentado para el doble suelo es válido. Este patrón se caracteriza por estar formado por tres (o incluso más) suelos o mínimos, intercalados entre ellos con techos o máximos. Pero hay que añadirle una particularidad, que a medida que se van creando y formando nuevos mínimos o suelos, el volumen tiende a ir disminuyendo.
En el gráfico tenemos todos los elementos del patrón de triple suelo, vemos cómo supera la zona de resistencia con el filtro de throwback incluido y alcanza la proyección de subida estimada.
El analista técnico tiene que tener en cuenta siempre que las formaciones de triple suelo (o más suelos), pueden finalmente provocar un rango lateral del precio. Esto tiende a suceder cuando sobre todo hablamos de más de tres suelos o mínimos. De todas formas, no debería de suponer un problema importante, ya que en el caso de que ello sucediese, basta con esperar a que el precio rompa por arriba la zona de resistencia o bien por abajo la zona de soporte, a ser posible con sus filtros de confirmación, el throwback y el pullback respectivamente.