Veamos algunas cuestiones a tener en cuenta de Repsol, uno de los valores más castigados por el derrumbe del precio del petróleo.
Repsol podría perder 1.200 millones tras provisionar otros 2.900 millones por la fuerte caída del precio del petróleo (antes de provisiones, el resultado neto suponía un aumento del 8% sobre el año anterior). El consejo de administración de la compañía acordó realizar un saneamiento de 2.900 millones de euros y con esta operación es inevitable que la petrolera registrará unas pérdidas de 1.200 millones de euros correspondientes al último ejercicio.
Ello supondría el primer resultado negativo en la historia de Repsol y se escudan en que es una inversión con vistas al mañana, ya que esperan que este saneamiento pueda repercutir favorablemente en los resultados de los próximos años cuando el petróleo remonte el vuelo.
De todas formas, no han dejado las puertas cerradas a cal y canto, sino que se reservan la posibilidad de disolver o modificar la provisión en el caso de que el crudo vuelva a subir, hecho que supondría incrementar el valor de sus activos.
Respecto al dividendo, no habrá novedades y mantendrán retribución al accionista en un euro por acción mediante la fórmula de scrip dividend (elegir entre efectivo y acciones).
Y es que Repsol había diseñado un plan estratégico para afrontar un escenario con precios de petróleo bajos (unos 50 dólares por barril) durante el periodo 2016-2020, pero claro, con el crudo en los 30 dólares estos planes se van al garete literalmente.
Técnicamente hablando, si observan el gráfico de largo plazo tan sólo hay que fijarse en un hecho: la pérdida del canal alcista a mediados del pasado mes de agosto. Punto, no hace falta complicarse más la vida.
Varias cuestiones a tener en cuenta: