Dicen que los economistas son aquellos que predicen lo que va a pasar, y luego te explican porque no ha pasado. Yo me licencié en economía, o como se llamaba entonces, Ciencias Económicas y Empresariales, y durante gran parte de mi vida profesional he ejercido esa profesión. Siendo completamente honesto, tengo que estar de acuerdo con el dicho. Me ha llevado más tiempo analizar y reformular mis modelos económicos para ver porque no se habían cumplido, que en elaborarlos.
La Economía se ha vuelto muy académica, y alejada del día a día de los ciudadanos. No fue así en su inicio. Es una ciencia social, y a la sociedad es la que tiene que servir. Desgraciadamente, ese fin último ha desaparecido.
Hace poco leí una interesante reflexión de uno de mis analistas financieros de cabecera, Barry Ritholtz, sobre el papel de los economistas en el mundo actual, y sobre la esencia de esa profesión. Aunque me duela reconocerlo, estoy de acuerdo en gran parte de las afirmaciones que hace, y que les expondré a continuación:
1. La economía es una disciplina, no una ciencia: La Física pueden enviar un satélite a la órbita de Júpiter, la economía no puede decirle lo que pasó ayer. Esta es una diferencia enorme, y ha dado lugar a: A) una “envidia física”, y B) un énfasis innecesario de la complejidad matemática.
2. Los modelos son de una utilidad limitada: La gente se olvida de que (como George Box ha señalado), los modelos son representaciones imperfectas de la realidad. Si usted se convierte en demasiado dependientes de ellos, se encontrará con un campo minado de problemas. Varios analistas me han dicho que si la Fed no puede realizar un modelo de algo, es que simplemente no existe. Piense en lo absurdo de ese punto de vista, y en su impacto en la política.
3. Contextualizar datos a menudo conduce al error: Esto es más complejo de lo que parece. Lo que quiero decir con esto es que todo lo que los economistas consideran tiene que ser evaluado en su marco intelectual. Todo se ve a través de la lente imperfecta de la teoría económica, lo que conduce a un resultado imperfecto, a veces fatalmente.
4. La narrativa impulsa la mayor parte de la economía: Este es el corolario del hecho anterior. Todo parece ser parte de una historia y dependiendo cómo se cuente la historia puede conducir a un error crítico. Piense en frases como "velocidad de caída", "segundo semestre de rebote", "salir del paso", "austeridad", "velocidad de escape", etc. Todo ello conduce a cuentos a menudo llenos de resonancia emocional.
5. Los economistas se muestran reacios a admitir “que no saben”: Este rasgo es común a muchas profesiones, pero sospecho que el problema de la modelación puede ser en gran parte culpable de esto.
6. Tienden a confundir correlación con causalidad: Esta es una de las debilidades estadísticas más antiguas conocidas por la humanidad, y sin embargo, sigue estando muy extendida en los más altos niveles de la economía. Por ejemplo, el efecto riqueza de la Fed es un error clásico de correlación.
7. El peligro de las predicciones: No puedo entender por qué los economistas parecen ser tan aficionados a las predicciones, teniendo en cuenta los malos resultados históricos que acaparan.
8. Ley de Sturgeon: Por último, existe una gran dispersión de talento en La Economía, y después de la Ley de Sturgeon, muchos de los economistas de “primera línea”, son simplemente mediocres.