Miembros de la FED admiten el fracaso de la política expansiva.
Aquellos que provocaron la burbuja crediticia que en el 2.008 estuvo a punto de colapsar el sistema financiero, ahora, cinco años y cuatro billones de dólares después, reconocen que el dinero impreso se ha quedado en Wall Street. La crisis y el sacrificio permanecen instalados en Main Street mientras las instituciones financieras responsables disfrutan de una orgía de liquidez y beneficios especulativos.
Se equivocaron una vez más, pero no hay que preocuparse, seguirán intentándolo.
Todos los seres humanos son lo suficientemente inteligentes para entender como se explota a los animales, vacas, cerdos, conejos, gallinas, peces, abejas, la lista es interminable. Sabemos también que los animales no son conscientes de ello, no reconocen que tras nuestros cuidados hay un propósito bien definido que se desarrolla por fases hasta alcanzar un objetivo.
Sin embargo pocos individuos pueden comprender que el hombre es otro animal, el más productivo y que también es utilizado sin ser consciente. Pocos atisban que quizá sean un rebaño de ovejas manejado en interés de unos cuantos, no perciben que detrás de cualquier suceso hay un plan definido con un objetivo preciso, al Igual que una oveja no entiende por qué se la lleva a un pasto, esquila, cerca, ordeña, transporta o marca, simplemente aceptan que su existencia es así.
Las ovejas creen que su líder es el perro, es quien las controla, dirige, intimida y usa la violencia si es necesario. Jamás sospecharían que aquel sujeto al que llamamos pastor, que las desenreda de la alambrada, cuida sus partos y hasta les pone un nombre o las acaricia, es el verdadero artífice de su destino. Son incapaces de concebir que el perro está a su servicio y le obedece, de lo contrario no estaría allí. Ni entender que para el pastor son mercancía y que cambiará de perro cuando le interese. No imaginan que existe una agenda diseñada en provecho propio que establece un momento para engordarlas y otro para sacrificarlas.
Si el rebaño de hombres entendiera esto, no se extrañaría del comportamiento de los políticos y sabría que no importa demasiado si son blancos o negros, grandes o pequeños, fieros o mansos, lo esencial es que obedecen al pastor. Comprendería también porqué ocurren las crisis y quién sale beneficiado, entendería la razón de cada una de las medidas que se toman y sabría integrarlas en el plan general del pastor. Podría anticipar sus movimientos y no se asustaría de las carreras y balidos de sus congéneres. Sabría como actuar.
Hay ovejas negras, un poco diferentes, que sienten que se puede vivir sin perro y sin pastor. Cuando las demás descansan observan. Ellas no entienden que es el conocimiento, no pueden vislumbrar que el pastor valora una propuesta en la que se ofrece un nuevo sistema de control del rebaño mucho más efectivo, el perro tampoco concibe que tiene los días contados, porque lo que el pastor estudia es la invención de una tecnología que hará el trabajo del perro y mucho más. Le indicará donde están las ovejas, cuando nacieron, quienes fueron sus progenitores, cuanto pesan, cuanto valen, que tratamientos han recibido, de que categoría es su leche, lana y carne, y hasta podrá dirigirlas con sofisticadas técnicas que dejarán al perro sin función.
Ninguna de ellas puede entender que los pastores han concluido que hay sobreproducción y que se están agotando los recursos. Para solucionarlo han decidido fusionarse y racionalizar el sistema aplicando las nuevas tecnologías existentes. Las ovejas sienten que viven tiempos raros pero no entiende qué está pasando.
Hay muchos niveles de realidad, los que están en uno superior manejan con facilidad los inferiores, para los que están en el inferior es imposible conocer los superiores.
¿Es capaz de integrar todo lo que sucede o sigue pendiente de los telediarios, las decisiones de la FED y las declaraciones de Merkel o Draghi?
Quizá se cree lúcido porque cuando juega al ajedrez es capaz de planear los tres próximos movimientos, pruebe a jugar con alguien capaz de adelantar diez. Inténtelo, hay que intentarlo.
Las ovejas sólo podrán ser dueñas de su destino cuando conozcan y entiendan toda la verdad. Entonces el que tendrá que preocuparse será el pastor porque sin ovejas no hay pastores. Por ahora está tranquilo, sabe que es imposible, ya se encarga por todos los medios de que permanezcan inconscientes.
¿No sabe de que hablo? Niveles de realidad.