¿Recuerdan los datos del viernes pasado en USA? Más de 242 m. nuevos empleos en febrero, bien por encima del promedio trimestral y hasta anual.
¿Un mercado de trabajo tensionado? Es lo primero que se nos ocurre al valorar los datos. Y probablemente será lo primero que se le ocurrirá a la Fed al considerar su objetivo de pleno empleo, con serias dudas sobre si lo ha conseguido finalmente.
Pero, por otro lado, hay algunos datos que matizan esa conclusión.
Aquí les ofrezco algunas pistas:
· Se desacelera el crecimiento anual de los salarios por hora trabajada hasta niveles de 2.2 % frente al 2.5 % anterior….¿puede ser una moderación temporal¿ ¿quizás producto de la aceleración inesperada durante el mes de enero?
· Fuerte creación de empleo total, pero se destruye empleo en el sector manufacturero por 16 m. personas frente a la creación de empleo de 23 m. del mes anterior
· Aumenta la tasa de actividad, por tercer mes consecutivo hasta un 62.9 % desde 62.7 % lo que reduce el riesgo de un mercado tensionado y favorece la caída del desempleo estructural
· La tasa de desempleo se mantuvo en niveles del 4.9 %
Es llamativo que ahora estemos hablando del riesgo de “sobrecalentamiento” de la economía norteamericana cuando hace apenas unos días lo que nos preocupaba era el riesgo de recesión.
Desde una perspectiva histórica, las recesiones en USA en su mayor parte (8 de 10) han tenido su origen en el sector inmobiliario, en su mayor parte dirigidas por el inicio de las subidas de los tipos de interés. Ahora, por el contrario, todos hemos valorado el riesgo de recesión en USA por la acumulación de factores negativos del exterior (crudo, China, USD) y su potencial impacto negativo en las perspectivas de los agentes económicos. Ya vemos, al menos en términos de empleo, que este temor era infundado. Pero, por otro lado, no debemos olvidarnos que los datos de empleo son datos de tipo cuantitativo y retrasados.
Como ven en el siguiente cuadro, nosotros nos mantenemos firmes en defender que la economía norteamericana sufrió una desaceleración temporal a finales del año pasado. Como puede experimentar ahora una fuerte aceleración, quizás también temporal, en la primera mitad del ejercicio…
Esto no significa que obviemos los riesgos que existen sobre la solidez de estos datos. Riesgos que se refieren también a la propia madurez del ciclo económico alcista que registra la economía norteamericana. Al final, que la hace más susceptible de sufrir debilidades precisamente ante cualquier shock externo como interno.
¿Lo sería en caso de la continuidad en la normalización monetaria? esta es la gran pregunta a la que debe responder la Fed en el FOMC de la semana próxima. Naturalmente, se puede tomar tiempo en responder a esta cuestión. El tiempo que le proporcionan unos mercados aún inestables y unas perspectivas de inflación bajas. Pero, en paralelo, tampoco mucho tiempo considerando que tanto el USD como el precio del crudo podrían haber encontrado su techo y suelo respectivamente.
Nosotros seguimos apostando por hasta dos subidas de tipos de interés adicionales en el año, aunque parece más probable que finalmente sea una tras el verano. Pero, como dice la propia Fed, las decisiones se tomarán sobre la marcha. Y en este sentido pueden influir desde los datos macro hasta el propio contexto financiero y la evolución de los mercados de activos. Son muchas variables a considerar.