Extracto de mi libro (aún en proceso) Instituciones de Análisis Técnico. En el capítulo de los canales tendenciales, vimos también el tema de los rectángulos. De manera que les vuelvo a reproducir lo indicado en su momento, ampliando otras cuestiones al respecto.
Los rectángulos, también denominados zona de congestión y zona de consolidación, son formaciones gráficas en las que el precio se mueve dentro del rango de manera lateral, entre otras razones porque el rectángulo no presenta tendencia alguna.
La estructura del rectángulo consta de dos líneas horizontales, la superior y la inferior, actuando la primera como resistencia y la segunda como soporte. Por tanto, a diferencia de otros muchos patrones, la estructura no está conformada por dos directrices inclinadas, sino por dos niveles horizontales al más puro estilo de los soportes y resistencias que vimos en su momento.
En el gráfico tenemos los dos ejemplos de estructura de un rectángulo. A la izquierda venimos de una tendencia alcista y el rectángulo es continuista con las subidas. A la derecha venimos de una tendencia bajista y el rectángulo es continuista con las caídas. En ambos casos tenemos el correspondiente filtro de confirmación, un pullback y un throwback.
La idea de este patrón de continuidad de la tendencia es que el precio viene en tendencia y necesita en un momento dado oxigenarse, tomarse una pausa, momento que en el gráfico se refleja con la formación gráfica de un rectángulo. Esta pausa explica por qué el volumen decrece mientras el precio se mueve dentro del rango del rectángulo. Acto seguido el precio rompe en la dirección de la tendencia y prosigue su dirección, y ahí es cuando el volumen se incrementa.
De todas formas, el analista técnico ha de estar atento porque si en un rectángulo el precio finalmente rompe en el sentido contrario a la tendencia, podríamos estar ante un fallo de la pauta. Así pues, si el precio pierde la línea inferior (soporte) tendremos una señal de debilidad del mercado. Si el precio rompe la línea superior (resistencia) tendremos una señal de fortaleza del mercado. En ambos casos con independencia de cuál sea la tendencia previa que traía el precio.
En el gráfico tenemos otro ejemplo de rectángulo con rotura del precio por la parte de arriba y confirmado con un pullback.
Para calcular la proyección u objetivo del movimiento del precio posterior a la rotura de uno de los dos extremos del rectángulo, se coge la altura del rectángulo (una línea entre el soporte y la resistencia) y se proyecta hacia arriba o hacia abajo (depende de hacia dónde rompa el precio) desde la zona de ruptura. Como siempre les indico, no significa que el precio una vez que alcance la proyección ya se detiene y se acaba la tendencia, sino que hay que interpretarlo como un primer objetivo. Posteriormente será el analista técnico el que con el resto de herramientas dictamine si la tendencia continuará o puede girarse.
En el gráfico tenemos un ejemplo gráfico muy interesante. El precio venía en tendencia bajista, se toma un respiro y forma un patrón rectángulo donde el precio siempre rebota en sus extremos (soporte y resistencia). Finalmente, rompe el rectángulo por su parte baja, por el soporte, dando señal de que la debilidad del mercado sigue vigente y que la tendencia previa que era bajista seguirá su curso. Además, la caída alcanza el primer objetivo o proyección estimada.
En el siguiente gráfico tenemos el mismo ejemplo gráfico pero al revés. El precio venía en tendencia alcista, se toma un respiro y forma un patrón rectángulo donde el precio siempre rebota en sus extremos (soporte y resistencia). Finalmente, rompe el rectángulo por su parte alta, por la resistencia, dando señal de que la fortaleza del mercado sigue vigente y que la tendencia previa que era alcista seguirá su curso. Además, la subida alcanza el primer objetivo o proyección estimada.
En un rectángulo, el volumen es reducido mientras no logre salir el precio, hecho que entonces sí incrementa el volumen gracias a la rotura del rango.
Hay una regla que puede servir al analista técnico como “pista” de lo que hará el precio. Si las subidas se producen con elevado volumen y las bajadas con poco volumen, seguramente el precio termine rompiendo por arriba el rectángulo. En cambio, si las subidas llevan aparejadas poco volumen y las bajadas experimentan incremento del volumen, seguramente el precio termine rompiendo por abajo el rectángulo. No es una regla matemática, pero suele anticipar generalmente el desenlace final.
La idea es que mientras el precio se encuentre en rango rectangular, se compra en la parte baja (largo) y se vende (corto) en la parte alta y así sucesivamente hasta que se produce una fuga o rotura. Así pues, las oportunidades de compra y de venta suelen ser muy fiables mientras el precio se mantenga dentro del rango.
Cuando por fin el precio sale del rango, es momento de entrar en la dirección de dicha fuga, si rompe por arriba hay que comprar, si rompe por abajo hay que vender.
En este otro gráfico tenemos un ejemplo de rectángulo donde aún el precio no ha salido del rango. Pueden observar que no hay tendencia definida, que el precio cada vez que toca la parte baja rebota al alza y cada vez que toca la parte alta rebota a la baja.
No es imprescindible que haya que comprar justo en la parte baja y vender justo en la parte alta, porque no es una cosa matemática. El precio puede rebotar un poquito antes de los extremos, con lo que no intenten siempre apurar al máximo el precio de entrada.
Lo que sí es cierto es que para un análisis técnico intradiario o de corto plazo, los rectángulos suponen todo un regalo, ya que las posibles zonas de rebote al alza y a la baja están muy bien definidas, con lo que se pueden obtener varios puntos de entrada atractivos hasta que por fin rompa el precio por uno de los extremos de la figura.
En el gráfico se pueden ver fácilmente las señales de compra (largos) y de ventas (cortos).
Cuando el precio rompe el rectángulo, hay que entrar en la dirección de la fuga. En unas ocasiones habrá pullback o throwback, de manera que debe de ser aprovechado siempre como filtro de confirmación. Si la rotura es muy fuerte y con un elevado volumen, seguramente no dé la oportunidad de un filtro de confirmación.
La doctrina mayoritaria está de acuerdo en que la duración temporal del patrón rectángulo oscila entre los tres y los cinco meses, aunque es un mero dato numérico que tampoco hay que llevar al extremo. En gráficos menores e intradiarios también son patrones válidos y habría que obviar el dato.